José Félix Ramajo, experto en seguridad alerta de que la situación en España es parecida a la de Honduras con las maras’
El pasado 21 de julio, el asesor visitaba el conocido programa Wall Street Wolverine, un podcast presentado por Víctor Domínguez
El experto en seguridad internacional José Félix Ramajo hablaba recientemente en una entrevista sobre la inmigración masiva en occidente y sobre su tema por excelencia, la seguridad internacional, un asunto con el que ha estado visitando diversos programas de televisión, como Más vale tarde, para dar su opinión.
El pasado 21 de julio, el asesor visitaba el conocido programa Wall Street Wolverine, un podcast presentado por Víctor Domínguez y que se centra en temas de actualidad relacionados con la económica, la política y el ámbito social. Durante su intervención, el experto en seguridad aseguraba que estaba viendo muchas cosas en España que ya había visto en Honduras.
»En España veo lo que hace años veía por ejemplo en Honduras, donde en colonias que estaban totalmente controladas por las famosas maras, o la 13, o la 18, la única solución que tenían los críos de salida era ver al marero con chicas guapas, con buenos coches, con buena ropa y viviendo bien», aseguraba.
Por ello, Ramajo confesaba que »él único atractivo que existe en mucho lugares es unirte a una banda». »Te va a dar tu seguridad, te va a dar tu protección, vas a tener tus mujeres…porque encima son machistas. Las mujeres dentro de la banda son prostitutas», explicaba el experto.
Además, el vasco quiso aprovechar su intervención para hablar sobre una de las experiencias más peligrosas que vivió en Honduras. »Estuve en uno de los penales de La Venta, bueno fui a negociar un secuestro con un jefe de la 18. Entré de la mano de una misionera americana que se llamaba Mama Andrews. El módulo al que tuve que ir se llamaba el módulo Escorpión. Allí estaba el jefe de la 18 y cuando llegué me atendió Lucifer, que era uno de los jefes de la mara», contaba.
Cuando llegó al módulo, vio al jefe de la organización sentado con más mareros a su alrededor de inferior rango. »Pero él siempre llevaba a dos detrás con las pistolas metidas en el cinturón», afirmaba. Pero lo que más llamó la atención al experto en seguridad fue las condiciones en las que vivían en la cárcel. »Tenían sus propias cocinas, vivían con sus propias familias, tenían habitaciones privadas con sus televisores de 50 pulgadas. Así es cómo vivían los mareros», señalaba.