abril 19, 2024
OPINIÓN

11-S / De repente cambió todo…

Por Francisco Gómez Valencia

Habían avisado; de hecho en el 83 asesinaron en Beirut a 200 soldados norteamericanos y 58 franceses. En el 93 en el mismo World Trade Center con una furgoneta llena explosivos a otras 6 personas. En 1998 en las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania otras 213 muertes y en el 2000 en el USS cole, usando una lancha repleta de explosivos mataron a otros 17 militares.

Pero sin duda, lo que nos marcó a millones de personas fueron los atentados del once de septiembre de 2001 cuando cuatro aviones comerciales fueron utilizados contra intereses americanos en su propio suelo riéndose de su Sistema de Seguridad Nacional en su propia cara. Hablamos del famoso 11-S en el que dos aviones fueron estrellados contra las torres gemelas del Word Trade Center de Manhattan (Nueva York), otro fue estampado contra un lateral nada menos que del Pentágono en Virginia y un cuarto que iba directo al Capitolio en Washington, terminó estrellándose a menos de 210 km. bien por la pericia y valor del pasaje o por la efectividad del piloto de caza que recibió la orden de derribar el aparato comercial a toda costa.

3.000 fallecidos, 10.000 millones de $ en pérdidas y sobre todo, la imagen del guardián del mundo tocado, hundido y especialmente humillado. Ese día muchos oyeron por primera vez sobre la red yihadista Al Qaeda y desde entonces ahí seguimos, pese a que en 2011 su líder Osama bin Laden fuera liquidado en Afganistán por tropas norteamericanas. Su objetivo desarrollar el mundo bajo la yihad a toda costa, partiendo de su centro de mando situado en Oriente Medio con ramificaciones en el Magreb (norte de África), en la península arábiga (Yemen y Arabia), en Irak y Siria (hoy conocido como Estado Islámico), así como en Somalia y Kenia. Y como no, parece ser que el líder terrorista fue preparado y financiado para la guerra por los mismos americanos para luchar contra los invasores soviéticos de 1978 a 1992, que fue lo que aguantaron los comunistas su particular Guerra de Afganistán.

El desplome financiero fue de tal calibre que sus efectos provocaron que la administración Bush tomara decisiones intervencionistas como bajadas drásticas de impuestos ejecutando medidas que desregularizaron bruscamente los mercados desajustando los tipos de interés y limitando las condiciones de crédito hasta ahora expansionistas. Mientras tanto 6 billones de $ invertidos desde 2001 en la Guerra de Afganistán de la mano de la OTAN y con permiso de la ONU (finalizada “in extremis” de aquella manera por Joe Biden el 31-08-21) y desde 2003 en la Guerra de Irak, de la mano de Gran Bretaña y algunos otros figurantes europeos -como Italia, Francia, Alemania o España- para prestar ayuda humanitaria, esta vez sin el consentimiento de Naciones Unidas con un bagaje de 4.000 soldados muertos hasta 2007. Desde luego lo que comenzó como una venganza yihadista contra el sionismo y la militarización del Estado de Israel y Arabia por parte de EEUU, seguramente en ningún momento fue contemplada por los ilustrados terroristas como la génesis de la gran crisis financiera que estaba por llegar, pero lo cierto es que en 2008 todo saltó por los aires comenzándose a desmoronar la burbuja financiera colapsando en septiembre siete años después el banco Lehman Brothers. La recesión que comenzó en 2001 finalmente quebró la confianza del sistema financiero por agotamiento, desconfianza y muy significativamente por la bajada generalizada del consumo.

Recordar que mientras tanto hubo replicas y el 11-03 de 2004 fue España la elegida para perpetrar el siguiente golpe asesino dejando marcada a la sociedad española desde entonces. Ese fatídico día (11-M) seguramente cada uno de nosotros recuerda con pelos y señales, donde estaba, que hacía, o a donde iba. Al Qaeda, junto al Grupo Islámico Combatiente Marroquí hicieron saltar por los aires cuatro trenes. Diez explosiones diferentes, más otras dos controladas y el piso reventado de Leganés al inmolarse, provocaron la muerte de 193 personas y probablemente, el cambio de Gobierno más indigno que se recuerde en occidente. El desconcierto del Gobierno del Partido Popular con un José María Aznar más noqueado que nunca -aunque el viernes recobró el sentido en declaraciones al “ABC”-, marcó la pauta y el socialismo otra vez más olió la sangre. De nuevo faltando el respeto a la democracia y habiendo todavía restos humanos humeantes de los españoles sacrificados en las vías de los trenes, José Luis Rodríguez Zapatero con una sonrisa de oreja a oreja, se felicitaba dando saltitos desde la sede del PSOE  por el cambio logrado en las urnas dos días después de la matanza, dando de nuevo impulso al desastre español, consentido después por la mayoría absoluta de Mariano Rajoy y perpetrado y perfeccionado para cerrar el círculo por Pedro Sánchez.

En  julio de 2005 le tocaba el turno a Londres y otra vez en los vagones del metro, tres bombas en esta ocasión más otra en un autobús cercenando la vida de cincuenta y dos personas. Argel en abril y en diciembre de 2007, Paris (Charlie Hebdo) o Malí (Hotel Radisson Blue) en 2015,  o Burkina Faso a primeros del 06, son su hoja de servicios.

Todo vuelve a la memoria tal día como hoy 11-S pero en 2021. Todavía resuenan los motores por encima de las cabezas de los incrédulos neoyorkinos  que asistieron en primera fila al espectáculo, de igual manera que también resuenan los motores de los aviones huyendo de Afganistán. Tras veinte años de control militar Joe Biden lo entrega de nuevo a los talibanes. Sirva como ejemplo de que eso de la democracia a las sociedades tribales no les va, demostrándose que la única manera eficaz de imponerla aunque sea mal, es militarmente y sin contemplaciones, aunque apréstense los machos porque EEUU se cansó de pagarnos la fiesta y los liberticidas de la UE en vez de invertir en defensa, prefieren regalar el dinero a los países limítrofes socios encubiertos del régimen talibán, para formarse allí y masacrarnos aquí.

FRANCISCO GÓMEZ VALENCIA
Colaborador como analista político y articulista en diversos medios de comunicación entre los que se encuentran: radiocadena.es o la revista satírica, lapaseata.net. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Complutense de Madrid, es decir, de Profesión “Politólogo”, de ideología algo caótica por resignación y castigo, aunque siempre orientado a la diestra como condición sin ecuanon, con tintes de católico cultural cada vez menos comprometido, especialmente desde que unos y otros nos dijeron a los liberales y a los conservadores, que nos fuéramos al no haber sitio…
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