abril 24, 2024
OPINIÓN

La Agenda 2030. El cuento del cambio climático, la dictadura global y el control de armas

Por Daniel Álvarez (ANARMA)

Desde el 2015 vivimos una ofensiva sin precedentes en el control de la población y por ende en el control de armas. Con numerosas restricciones y prohibiciones, que se encaminan al desarme total ciudadano. Algo fácil de entender si tenemos en cuenta que ningún plan totalitario de sometimiento de la población puede sostenerse en el tiempo con una ciudadanía armada. Recordad el adagio: “Los hombres libres tienen armas, los esclavos NO”.

La agenda 2030 es un plan liberticida que se esconde bajo una aparente pátina de buenas intenciones y cuyos objetivos generales son: erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todas las personas. Una estrategia habitual en la ONU, pero que en este caso, encubre un programa de ingeniería social, encaminado a transformar los modos de vida de la humanidad y establecer un sistema de gobernanza global.

Se trata de una hoja de ruta eco totalitaria que emplea la patraña del cambio climático, para someter a la población a unos hábitos y comportamientos, que aseguran inmensos beneficios económicos a unas élites económicas, responsables en la sombra de su redacción. Mediante la introducción de severos cambios en los sistemas económicos, energéticos y de producción de todas las naciones, que supondrán un gasto de trillones de dólares para combatir la presunta amenaza.

Empleando el discurso del miedo, con una ficticia amenaza sobre el fin del planeta y la raza humana, este documento que contiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas, despliega toda una doctrina neo-marxista donde se exalta el feminismo radical, el animalismo, la ideología de género, el multiculturalismo, la inmigración masiva, la destrucción de la familia tradicional y la identidad nacional.

Alguno de nuestros lectores a estas alturas del texto estará ya pensando que esto es política, y sí es política, ideas que te afectan y te van a afectar en tu vida diaria de forma que nunca hubieses imaginado. Para hacerlo más entendible y didáctico algunas de las consecuencias, proclamadas sin rubor ni vergüenza por organismos internacionales como la ONU, el FMI o el foro de DAVOS.

“No tendrás nada y serás feliz”, una frase que cada vez se oye más veces desde organismos supranacionales y que traducido a nuestra realidad cotidiana es: abolición de la propiedad privada, se te prohibirá viajar en avión, se te prohibirá comer carne obtenida de animales, se te prohibirá el dinero en efectivo, se te prohibirá tener armas, se te prohibirá cazar, se te prohibirá tu viejo coche de combustión, se controlará la natalidad, etc. Y por supuesto, se limitará tu libertad de expresión, con leyes que perseguirán a todo aquel que niegue el relato oficial.

La mentira del cambio climático antropogénico

Son dos preguntas las que debemos hacernos, una es si el clima a nivel mundial está cambiando y dos si ese cambio es debido a la acción del hombre. A día de hoy sobre la primera, parece percibirse cierto cambio, pero ni mucho menos a la velocidad y con las consecuencias que los profetas de la apocalipsis anuncia, con respecto a la dos, varios científicos de prestigio, como Richard Lindzen o Nir Shaviv, lo consideran ridículo y un relato político.

Otros como John Raymond Christy, abandonaron el panel de expertos de la ONU sobre el cambio climático, el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), avergonzados como se cocinaban los datos de las investigaciones y consideran que el impacto del hombre no es ni mucho menos determinante. Desde los años 60 cuando el movimiento “ecolo-jeta” empieza a aparecer en la escena política, se han sucedido las predicciones apocalípticas fallidas. En este enlace tenemos numerosos ejemplos de eco-catastrofismo fallido, vamos, que no aciertan ni una.

Hay otros científicos, pero muchos callan, porque la dictadura “progre” de los medios de comunicación “apesebrados” es implacable con el que disiente, prefiriendo adoptar posturas tibias o simplemente no pronunciándose. Algo muy similar que ocurre con la demonización de todo aquel que disiente de la llamada “violencia de género”.

Desde un punto de vista lógico, resulta absolutamente pretencioso que planteemos saber que ocurre en el clima del planeta, teniendo en cuenta que influyen miles de variables. Elementos con diferente peso que además interaccionan entre sí, donde, además, es seguro que solo conocemos un pequeño porcentaje de ellas. Algunos científicos aventuran que con la tecnología actual es posible que estemos considerando menos del 10% de ellas.

Estas variables conocidas o insumos han permitido el desarrollo de modelos matemáticos de predicción, basados en la revolucionaria teoría del caos utilizando el cálculo diferencial. Pero su fiabilidad se reduce a ámbitos acotados y con una proyección de un máximo de 7 días. Dentro de estos insumos, la actividad solar es una de las variables que es considerada de mayor impacto. Ir más allá de los 7 días es adentrarse en la incertidumbre, no digamos hacer predicciones a 1 año, 30 años o un siglo como hace la ONU.

Pues bien, se sabe que los modelos matemáticos predictivos con los que trabaja el IPCC de la ONU no consideran la actividad del Sol. Tal vez por eso, sus cálculos y predicciones se han mostrado completamente erróneos durante un cuarto de siglo, pero eso les da igual, la población no parece recordar más allá de la última semana y la política es una actividad sin escrúpulos.

Otro aspecto a considerar es la escala de tiempo en la que nos movemos, sabemos que la Tierra tiene una antigüedad aproximada de 4.500 millones de años. Pero nuestros registros climáticos tienen menos de 200 años y sabemos, por registros geológicos, que desde hace 2,5 millones de años se han sucedido seis glaciaciones que se intercalan con periodos de clima cálido, es decir que la Tierra sufre procesos cíclicos de cambio climático. El Dr. en geología David Gee, afirma que no se está produciendo un calentamiento global, sino que estamos avanzando hacia un nuevo periodo de glaciación.

Con esto queremos decir que la escala de tiempo que se observa es absolutamente ridícula con respecto a los cambios de calado climático en el planeta. Además, ha habido otros periodos donde el CO2 al que se acusa del presunto calentamiento ha sido muchos más abundante que ahora y no ha supuesto un daño para la habitabilidad del planeta.

En la era paleozoica, en el periodo carbonífero, se producían inmensos incendios que duraban estaciones completas y que arrojaban millones de toneladas de CO2 al planeta. Por otra parte, la medición UAH de los instrumentos de los satélites de la NASA, sólo perciben un aumento de 0,02 grados de temperatura desde 1998 a 2016.

El tema de las emisiones de CO2 tiene más calado del que alguno puede pensar, las cuotas de emisiones afectan a la industria del CO2 de la que dependen a su vez industrias tan importantes como la cárnica, la de fertilizantes o incluso la de refrescos. Esto hace que este gas se encarezca y haya escasez, como está sucediendo en el Reino Unido, donde en breve habrá carencias de carne y derivados. Es decir, que nos quieren hacer comer insectos por las buenas o por las malas, reduciendo el consumo de carne por su encarecimiento e indisponibilidad.

Podríamos extendernos en más datos y explicaciones, como al principio de los 70 se hablaba del enfriamiento y de la edad de hielo en el año 2000, para cambiar en los 80 al calentamiento global y posteriormente al cambio, climático un término que ya lo aguanta todo.

Estamos seguros, que algunos de nuestros seguidores, empezará a abrir los ojos al respecto de ese inmenso pozo séptico de corrupción y montajes que es la ONU. Donde las élites globalistas han encontrado el mecanismo de imponer al resto del mundo sus políticas interesadas sin que nadie las discuta y mucho menos las vote. Basta el dinero para comprar a unos cuantos funcionarios corruptos y expertos externos, que redactarán informes y cocinarán resultados a la carta.

El chantaje de los fondos para la recuperación por la pandemia

La ONU en su última actualización sobre los objetivos de la Agenda 2030 respecto al cambio climático dijo: “La pandemia de la COVID-19 ofrece a los países la oportunidad de elaborar planes de recuperación que reviertan las tendencias actuales y cambien nuestros patrones de consumo y producción hacia un futuro más sostenible”.

Tras esta declaración, rauda y veloz, la Unión Europea supeditó los fondos de ayuda para superar la crisis provocada por la pandemia con el diseño de políticas contra el cambio climático y la transición verde en los estados miembros. La agenda 2030 ha recibido un inusitado impulso en forma de CHANTAJE.

Algo inaudito, cuando jurídicamente, la Agenda 21 y la Agenda 2030 NO son vinculantes. Su implementación está sujeto al compromiso voluntario de cada país. Una página de la propia ONU afirma que «la implementación y el éxito dependerán de las políticas, planes y programas de desarrollo sostenible de los propios países».

Una antigua herramienta de control y sometimiento

La utilización del clima, por parte de las élites, como arma para dominar a la población no es nuevo, más bien es muy antigua. Pondremos los ejemplos de los Mayas y los Olmecas en la cultura precolombina. Donde unas élites de gobernantes y chamanes sometían a la población, con predicciones apocalípticas a la menor variación en el clima que afectase negativamente a las cosechas. Ellos, al igual que ahora, eran los únicos que podían interpretar que estaba pasando. Por ello, también exigían sacrificios, aunque algo más duros que los actuales, al menos de momento.

Sacrificios infantiles, amputaciones y asesinatos rituales eran comunes en estas civilizaciones mesoamericanas. En tanto en cuanto que se producía un periodo de sequía o algún cataclismo natural, se imponía el terror sobre la población culpándola de estas desgracias. Más o menos como ahora, donde se culpa al hombre de un presunto cambio climático y por el que una serie de poderes no electos, nos quieren coartar nuestra libertad, imponiéndonos un modelo de vida que solo se puede catalogar de esclavo.

Sigue la pista del dinero

La pregunta es quién gana con todo esto, tradicionalmente se ha pensado siempre en un esquema piramidal de poder, donde unos pocos controlarían el mundo. Realmente es algo más complejo más allá de algunas figuras emblemáticas, cabezas visibles de este movimiento. Todos tenemos en mente a George Soros, Michael Bloomberg, Bill Gates, la familia Rockefeller y otros magnates, que casualmente se han declarado profundamente anti-armas. Son los que no temen la exposición pública y se caracterizan por sus ingentes donaciones para desarmar a la población civil.

Un dato, Bill Gates se convierte en el mayor terrateniente del mundo, al poseer 98.000 hectáreas de las tierras agrícolas en Estados Unidos que destinará a la nueva agricultura sostenible que la Agenda 2030 quiere impulsar. Con la que fabricará su mierda de “carne vegetal” que quiere hacer comer a todo el planeta.

Pero es que, además, también están detrás de todo esto grandes corporaciones de todo tipo (energéticas, tecnológicas, comerciales, financieras e industriales), en muchas de las cuales participan. Ya que el objetivo de la gobernanza mundial es sustituir el estado – nación por el estado – corporación. Se crea una concentración de grandes corporaciones, magnates y organismos supranacionales que dominan la economía a escala planetaria.

Los estados pierden progresivamente su soberanía nacional, pasando a estar subordinados a un poder global. Esta pérdida de soberanía nacional ya está sucediendo, con cesiones paulatinas de los estados en sus ámbitos de gobierno en favor de estructuras supranacionales, como por ejemplo la Unión Europea. Además, gracias a la globalización, las grandes corporaciones aumentan progresivamente su influencia sobre los estados.

Los estados, por otra parte, han ido invadiendo a su vez la esfera más personal de los ciudadanos, inmiscuyéndose a todos los niveles, en facetas que son estrictamente personales. Invasión de lo privado no solo en lo personal, sino también en lo comunitario, suplantando la acción social espontánea y colaborativa de la comunidad. Esto ha producido un amansamiento, falta de iniciativa como colectivo y pérdida de identidad nacional. Debilitándonos como grupo, que por acción libre de sus individuos, dan soluciones los problemas como nación.

El globalismo, que llegará a controlar completamente a los estados, usará a estos últimos como estructura burocrática que le va a permitir controlar a unos ciudadanos que llevan tiempo cediendo parcelas de su libertad personal. Todo esto constituye es una amenaza contra las comunidades nacionales, la familia y la libertad individual.

Finalmente, todos nosotros nos habremos convertido en elementos de consumo, producción y contribución al estado, completamente despersonalizados y carentes de bienes, más allá de los de consumo. Seres homogeneizados, alienados y vacíos espiritualmente. La inmigración descontrolada e ilegal, que recibe ingentes cantidades de recursos o que acaba siendo mano de obra barata, terminará empobreciendo a las clases medias.

Todos nosotros formaremos una identidad cultural nueva, basada en el mestizaje y alejada de cualquier valor tradicional o de familia, tu nueva familia es el Estado. Una auténtica dictadura, llena de esclavos que creen estar en una democracia.

Las armas en las dictaduras

A tenor de todo lo explicado anteriormente y del proyecto de NO futuro que tienen diseñado las élites globalistas, está claro que las armas no entran en la ecuación. Una circunstancia que como sabemos se ha vivido anteriormente en otros episodios de la historia. A continuación, haremos un pequeño repaso histórico de países que confiscaron las armas a sus ciudadanos como una de las primeras medidas al implantarse las dictaduras.

Una dictadura esclaviza a sus ciudadanos y no puede permitirse la posibilidad de una revuelta que acabe con su tiranía. Es por ello, que lo primero que hacen los gobiernos totalitarios es establecer leyes de desarme y confiscación de armas. Además, no pocas veces, son el preludio de genocidios.

Algunos ejemplos, sucedió con los bolcheviques en la Unión Soviética en 1918, con los nazis sobre la población judía en Alemania en 1938 y posteriormente con todos los países que fueron ocupando durante la II G.M., con los comunistas en Bulgaria en 1944, con los comunistas en Hungría en 1946, con los comunistas en Cuba en 1959, con los comunistas en Rumanía en 1967, con los comunistas en Polonia en 1981, con los comunistas bolivarianos en Venezuela en 2012, con los talibanes en Afganistán en 2021 y próximamente sucederá con los globalistas en la Unión Europea.

Hay más casos de confiscaciones de armas y genocidios, que pudieron ser perpetrados porque la población estaba ya previamente desarmada. Otros dos ejemplos, cuando Pol Pot tomó el poder en Camboya en 1975, la población carecía de armas, porque las fuerzas francesas los habían desarmado mientras fue su protectorado. Lo mismo sucedió en Uganda con los británicos, cuando llegó Idi Amin al poder a través de un golpe de estado en 1971. En el primer caso el genocidio fue del 21% de su población (2 millones aprox.), en caso de Uganda (500.000 muertos aprox.)

En nuestro caso, no será de la noche a la mañana como en los modelos anteriores, sino mediante prohibiciones parciales y a diferentes ritmos. Teniendo presente la resistencia de la población y las tradiciones con respecto a las armas en cada estado miembro de la UE. Por eso la República Checa en este año 2021 ha introducido una Segunda Enmienda en su constitución.

Los checos sufrieron leyes de confiscación de armas con los nazis y los soviéticos, pero la mayoría de la población NO las entregó, ya que afortunadamente no había registros de las mismas. La posesión de armas estaba castigada con la muerte y no fueron pocos los ciudadanos ejecutados. Por aquel entonces solo se registraba quién tenía permiso de porte y quien tenía un permiso especial para tener gran cantidad de armas. Tienen por tanto experiencia, son conscientes de la deriva globalista de la UE y tienen muy claro lo que se avecina.

Las armas en la agenda 2030

La agenda 2030 se ha convertido en el nuevo instrumento de desarme de la ONU y del resto de organizaciones que cuelgan de ella, como reconoce sin rubor alguno la alta comisionada Izumi Nakamitsu, Secretario General Adjunto y Alto Representante para Asuntos de Desarme, en un documento del 2018 disponible en la página web de esta organización.

El truco es sencillo, se habla de armas ilegales y de armas legales en manos de los ciudadanos, se habla de la necesidad de control de armas y de cómo todas están relacionadas con la violencia. Vinculando su erradicación para la consecución de muchos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la mencionada agenda. Esta estrategia, ya la hemos vivido anteriormente en la tramitación de la Directiva Europea de Armas, donde se mezclaban las armas ilegales con las legales y se establecían falsos vasos comunicantes entre ellas.

Un ejemplo en el primer borrador de la Directiva de Armas, aprobada en 2017, se acusaba a los coleccionistas legales, de ser proveedores del yihadismo internacional y por tanto corresponsables de los atentados ocurridos en Europa en 2015. Otro repugnante y aberrante ejemplo, se puede observar en este este documento de la ONU, donde se establece un falso y delirante vínculo entre violencia doméstica, los abusos sexuales y los propietarios de armas.

Aunque, no podemos decir que nos sorprenda, este tipo de estrategias social comunistas son el pan de cada día en nuestro país. Donde se intenta de criminalizar al disidente con falsas noticias y montajes de todo tipo.

CONCLUSIONES

El panorama para los propietarios de armas legales y la ciudadanía en general es absolutamente sombrío. Por lo menos, para aquellos que valoran el hogar, la estabilidad, la tradición, la continuidad generacional, su patria y sobre todo su LIBERTAD. La mayoría de los partidos políticos en España se han adherido a la agenda 2030 y la han incluido en sus programas, a excepción de VOX.

Por lo que, si no lo remediamos, acabaremos desarmados y esclavizados. Las primeras acciones de la Comisión Europea, la Directiva de Armas y la Prohibición del plomo en humedales ya se han producido, aunque ambas han sido denunciadas en tribunales SOLO por ANARMA. En ciernes nos amenaza una ley animalista, la Ley de bienestar animal y la prohibición completa del plomo en rodo tipo de terrenos.

Para esta última, se acaba de hacer público que se fundamentan en un estudio FALSO, como ha desvelado la Federación sectorial Armera (FSA), en un contra informe que refuta el aportado por la European Chemical Agency (ECHA). Algo de lo que ya avisamos a finales de agosto en otro artículo casi premonitorio, donde comentábamos de esta estrategia de utilización de estos informes falsos.

ANARMA volverá a estar ahí dando la cara por cazadores, tiradores deportivos, coleccionistas de armas, recreadores históricos, miembros de las FCSE-FCS y por los que creen en la AUTODEFENSA. ¿TU QUÉ PIENSAS HACER? ÚNETE A LA DISIDENCIA, ÚNETE A ARMA.

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