En qué puede afectar Evergrande a nuestra economía
Por Francisco Lázaro
Lo primero que hay que decir es que las repercusiones no tienen por qué ser en principio importantes. En todos los países los sectores de la promoción inmobiliaria y la construcción tienen un carácter local. Este es el caso de Evergrande, que ahira es noticia en todos los medios del mundo. Su actividad, sus efectos tractores y su refinanciación tienen lugar dentro de las fronteras chinas, dentro de un marco de fuerte intervencionismo estatal. El asunto es espectacular, y además se veía venir desde hace años, cuando empezaron a brotar en los prósperos paisajes del Imperio del Centro todas esas ciudades fantasma que recordaban a las urbanizaciones españolas de los salvajes años de nuestro Ladrillo. Sin embargo, no existiendo un mecanismo de titulización y venta masiva de bonos hipotecarios a entidades del extranjero, la probabilidad de que se produzcan efectos de contagio sistémicos como los que siguieron al colapso de Lehman Brothers en 2008 es prácticamente nula.
No obstante podría haber efectos indirectos, dada la importancia de la economía china en el mundo y el volumen de operaciones de la compañía en crisis, con deudas por importe superior a los 300.000 millones de dólares -aproximadamente la cuarta parte del PIB español-. Por ejemplo, si vives en Bilbao y tienes acciones chinas o participaciones en un fondo de valores asiáticos, podrías sufrir pérdidas. De lo contrario, dependerá de la composición de tu cartera y del impacto de la crisis en los mercados de valores del resto del mundo.
En Europa hay países como Alemania que durante los últimos años se han convertido en socios económicos importantes de la República Popular China. Si el gobierno de Beijing no tuviese éxito gestionando la crisis de Evergrande y su amplio grupo empresarial -que además de inmobiliarias incluye todo tipo de actividades: turismo, movilidad eléctrica, servicios, tecnologías de la información, etc.-, numerosas empresas alemanas podrían sufrir las consecuencias. En el tejido industrial español hay numerosos fabricantes, sobre todo en el País Vasco, que trabajan como proveedores de grandes casas alemanas en sectores clave como el automóvil, la máquina herramienta, el material ferroviario y la siderurgia. En este sentido las repercusiones, de llegar a haberlas, se transmitirían inevitablemente desde Alemania hasta aquí.
Nuestra economía se encuentra cada vez más internacionalizada. Los efectos de la crisis de Evergrande sobre cualquier empresa local dependerían, finalmente, de la medida en que nuestros balances incluyan activos o pasivos en dólares. Puesto que una pérdida de confianza en los mercados chinos llevaría aparejada la venta masiva de títulos de deuda y acciones chinas, habría que contar con un fortalecimiento de la divisa estadounidense y los efectos del cambio. Y esto afectará al balance y a la cuenta de resultados. Por ejemplo, si tu empresa tiene negocios en América del Sur y tus clientes te van a pagar en dólares, miel sobre hojuelas. Lo contrario si pagas tus importaciones en dólares, o has pedido un préstamo en dólares para financiar la construcción de una nueva fábrica.