El Congreso aprueba la reforma de la ley ‘Solo sí es sí’
Se consuma uno de los episodios de más división interna dentro del gobierno de coalición. La aprobación de la ley ‘Solo sí es sí', promulgada por Irene Montero, fue vendida en su momento como el gran triunfo del Ministerio de Igualdad en esta legislatura.
El Congreso acaba de aprobar la reforma de la ley del solo sí es sí impulsada por el PSOE con 233 votos a favor, 59 en contra y 4 abstenciones. PSOE y PP habían pactado previamente la reforma y sus votos han sacado adelante la reforma junto al voto también favorable de PNV y Ciudadanos. El socio de gobierno de Pedro Sánchez, Unidas Podemos, junto a ERC y EH Bildu no han apoyado el texto propuesto por el PSOE. Vox ha decidido no votar: ni sí, ni no, ni abstención.
Se consuma uno de los episodios de más división interna dentro del gobierno de coalición. La aprobación de la ley ‘Solo sí es sí’, promulgada por Irene Montero, fue vendida en su momento como el gran triunfo del Ministerio de Igualdad en esta legislatura. Durante estos últimos años, la oposición ha estado sometiendo a la institución de nuevo cuño a un asedio continuo. Especialmente beligerantes han sido los parlamentarios de Vox, que con frecuencia recordaban en el hemiciclo la falta de utilidad de la cartera ostentada por Unidas Podemos.
El cometido con el que fue creada la institución fue el de promover la equidad entre géneros, garantizar los derechos de todos los colectivos desfavorecidos y luchar contra la lacra de la violencia machista. No obstante, los éxitos políticos de la empresa han sido, según algunos, cuanto menos discretos. Las dos únicas piezas de legislación de reseñable importancia que se han redactado a iniciativa del ministerio han sido la Ley Trans y la Ley ‘Solo sí es sí’.
Esta última, a pesar de que en un primer momento fue aprobada con un apoyo amplio de todos los actores del gobierno y sus valedores parlamentarios, ha acabado dando más problemas que alegrías. Los fallos del texto han permitido que varios agresores sexuales condenados hayan salido de prisión aprovechando el nuevo clima legal. Esta situación, que ha creado gran polémica durante meses, ha hacho que los socialistas dieran marcha atrás presentando un modificación del documento que parchearía esos errores.
Gran colisión entre socios
No obstante, los morados, queriendo evitar el sonrojo que aceptar la llamada de atención de sus socios mayoritarios, se enrocaron en la defensa de la ley en los términos en los que fue aprobada inicialmente. Esto hizo que lo insólito sucediera. Ante el ánimo poco dialogante sus aliados, el PSOE miró hacia su derecha para acometer una reforma cuya necesidad cada vez juzgaban más urgente.
Algo que no se ve todos los días. Los últimos tiempos han acostumbrado a una dinámica parlamentaria de alineamiento entre bloques, con el eje izquierda-derecha consolidándose y alejando aún más los postulados de las dos trincheras. No obstante, en la votación de hoy, lo que se ha desplegado ha sido una pinza gobierno-oposición que ha desbaratado con una abrumadora mayoría cualquier tentativa de resistencia morada.
El texto reformado que ha sido votado, y que también ha sumado los apoyos de grupos más pequeños con PNV, Coalición Canaria o PdeCat, incluye las enmiendas propuestas por el principal partido de la oposición. No obstante, y a pesar de la colaboración puntual, la popular Cuca Gamarra no desaprovechó la oportunidad de lanzar un gancho al ejecutivo, y declaró que la aprobación de esta ley en un primer momento fue “grave, irresponsable y cruel”. La resiliencia de la unión entre las izquierdas está ahora a prueba en la que ha sido la gran colisión pública entre socios de esta legislatura.
