marzo 28, 2024
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La luz, un lujo que no está al alcance de todos

Por Arturo Rojo Carbonell

83,78€/MWh (3 de octubre de 2021) – 296,78€/MWh (7 de octubre de 2021), datos oficiales de OMIE. Mercado energético actual en España, no acto para cardiacos…

La enorme variabilidad y proyección al alza de los precios de la energía, son responsables del drama socioeconómico que provoca “la pobreza energética”. Alrededor del 12% de los hogares españoles, tienen grandes dificultades para asumir los costes de la facturación de sus suministros. A su vez, este fenómeno está afectando la competitividad de las empresas en el mercado, viéndose estas abocadas a incrementar los precios de sus productos y servicios, y en los casos más extremos a detener su producción. Esto tiene como consecuencias, la pérdida de puestos de trabajo y el incremento de los gastos de los consumidores. Sin duda, nos encontramos ante la tormenta perfecta, para el inicio de una posible revolución social.

Es de conocimiento público, que el precio actual de la energía en España está disparado e imparable en batir máximos históricos. Los medios de comunicación nos informan de las continuas subidas del precio del MWh diariamente, y los consumidores tanto de uso doméstico, como comercial… piden desde hace tiempo que se tomen con carácter urgente medidas desde el Gobierno y las eléctricas para aminorar el impacto desorbitado que esto tiene en los costes totales de facturación de los suministros.

Ante toda esta coyuntura energética, caben plantearse algunas cuestiones:

¿Está en manos del Gobierno y/o las eléctricas frenar la escalada del precio de la energía? ¿Quién es el responsable de la subida del precio de la misma?

Sin lugar a dudas, podemos afirmar que tanto el Gobierno, como las eléctricas, pueden adoptar medidas para influir a la baja en el precio del MWh del mercado mayorista de la energía.

Los ciudadanos debemos exigir al Gobierno, que se tomen medidas drásticas. Ya hemos visto que la reducción al mínimo del Impuesto Eléctrico (IE) y la reducción del IVA, del 21% al 10% (en suministros de menos de 10kW de potencia contratada), no es suficiente.

Por su parte las eléctricas, deben adoptar medidas en favor de los consumidores, por mucho que esto implique que se reduzcan sus ganancias. Recientemente, tenemos el ejemplo de Iberdrola, que se ha comprometido a no subir los precios a los suministros industriales, olvidándose totalmente de los hogares y las PYMES, y contando además con que el Gobierno se comprometa a retirar el decreto de reducción de los llamados «dividendos de CO2». Recordemos que este decreto tiene un fuerte impacto negativo en las grandes empresas energéticas, siendo Iberdrola la más afectada, seguida de Endesa, Naturgy y EDP. Es el momento de que los ciudadanos nos preguntemos, ¿dónde está la responsabilidad social de la que tanto alardean en sus campañas de marketing las eléctricas?

No obstante, es cierto que no existe un único responsable del incremento sufrido por el precio de la energía. Nos encontramos ante un fenómeno multifactorial, que básicamente podemos agrupar en tres principales causas: el incremento de los derechos de emisión, la fuerte revalorización del gas natural en los mercados internacionales y la mayor demanda energética propia de la pasada estación veraniega.

Para concluir, quiero dejar claro que los consumidores tenemos nuestras propias herramientas para intentar de forma directa reducir los costes de facturación de nuestro suministro.

Dada la gran complejidad ante la que se encuentra el sector, es fundamental contar con un asesor energético, con el que podamos adoptar cambios con la finalidad de ahorrar al máximo posible en nuestro suministro de luz o gas. Debemos de escoger bien a nuestra comercializadora, así como la oferta de precios a la que nos acogemos, podemos contratar tarifas de precio fijo (el precio se mantiene estable, durante el periodo de duración del contrato) o precio indexado (precio variable, sujeto a la situación de mercado).

Cada vez se está apostando más fuerte por el autoconsumo mediante fuentes de energía renovables. En especial, destaca la fotovoltaica ya que está demostrado que las placas solares ayudan a reducir mucho el coste de facturación que proviene de la energía consumida y esto las convierte en una inversión segura y amortizable a corto/medio plazo.

Todas estas cuestiones, hacen que la figura de este profesional denominado asesor energético, se haya convertido en algo imprescindible ante esta situación de crisis. La ausencia de esta figura profesional, puede suponer el equivalente a presentarse en un juicio sin un buen abogado…

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