Un hombre se declara en huelga de hambre para denunciar que no se está repatriando a los inmigrantes ilegales que llegan a Lanzarote
El activista Bruno Perera se ha puesto en huelga de hambre frente al Cabildo de Lanzarote por la política del Gobierno de España y el hecho de que no se esté repatriando a los inmigrantes ilegales según llegan a la isla a sus países de origen. Además, critica la debilidad del Gobierno de canarias y de las instituciones lanzaroteñas que, en su opinión, deberían estar haciendo una mayor presión para evitar que los inmigrantes se conviertan en el mayor problema de la isla.
Apoyo de VOX Lanzarote
Por su parte, VOX Lanzarote apoya, a través de un comunicado, totalmente la iniciativa de Bruno Perera.
“Tal y como indica Bruno Perera en su reclamación, el gobierno en lugar de velar por el cumplimiento de las leyes de inmigración y proceder a agilizar el proceso de deportación a origen, ha optado por facilitar a todos los inmigrantes ilegales, que están llegando de forma masiva a nuestras costas, un alojamiento en hoteles a cargo del presupuesto público. Esta solución una vez más deja en evidencia la falta de previsión del Gobierno que no dispone de las instalaciones necesarias para alojar a las personas que entran de forma ilegal en Canarias y que se agrava con la lentitud en el proceso de deportación. Al retraso en los tramites de los expedientes de expulsión se une la incapacidad del gobierno en ejecutar dichas deportaciones, realizando menos del 20% de las expulsiones en el plazo que establece la ley, por lo que, tras dos meses máximos de internamiento, los inmigrantes ilegales deberán abandonar dichos centros y salir a la calle”, señalan.
“Estas medidas, además de suponer un elevado coste económico, dañar la imagen turística de Canarias y presentar problemas de seguridad y sanitarios ante la situación actual de pandemia de COVID19, contrastan con las medidas del gobierno realizadas en anteriores ocasiones, en las que ante una situación de emergencia como fueron los incendios de Gran Canaria del pasado verano, el gobierno no facilitó ningún alojamiento y los ciudadanos que no pudieron acceder a sus viviendas tuvieron que dormir en el suelo en un pabellón deportivo y recibir alimentos gracias a la caridad de los vecinos”.
“El Gobierno actual, tanto a nivel central, como autonómico o insular, parece más interesado en poner una alfombra roja a la llegada de la inmigración ilegal y generar un efecto llamada, que en preocuparse por las necesidades de los ciudadanos de este país”, afirman.
“La indignación de los ciudadanos llega a tal punto que incluso ponen en peligro su vida, como es el caso de Bruno Perera con su huelga de hambre, para solicitar que no hagan dejación de sus funciones y cumplan las leyes. El gobierno debe recordar que a quien debe proteger y servir de forma prioritaria es a los ciudadanos de este país, que somos los que sufragamos todos los costes con nuestros impuestos”, concluyen.