Reino Unido enviará a los solicitantes de asilo a la isla de Ascensión
Cuando el Gobierno británico anunció que adoptaría un sistema de puntos como el australiano en materia de inmigración, nadie pensó que también estudiaba enviar a los solicitantes de asilo político a centros de detención en lugares remotos, como las islas de Ascensión y Santa Helena, en medio del Atlántico.
La ministra de Interior Priti Patel se ha planteado esas opciones como respuesta al aumento del número de inmigrantes y demandantes de asilo que llegan a la costa inglesa a través del Canal de la Mancha. En lo que va de año, unas siete mil personas han cruzado en pequeñas embarcaciones, y Londres ha llegado a movilizar a la Navy y a los marines para confrontarlas.
A Patel le agrada la política australiana de detención obligatoria de los extranjeros que pretenden entrar en el país sin un visado válido o incumplen las condiciones bajo las que se les autorizó a establecerse, hasta que las autoridades consideran su caso y toman una decisión, ya sea abrirles las puertas o (en la mayoría de las ocasiones) deportarlos. Hay quienes pasan hasta diez años en prisiones situadas en lugares tan remotos como Nauru o las islas de Manus y Navidad.
El objetivo australiano de disuadir la llegada de inmigrantes ilegales o solicitantes de asilo político es compartido por el Gobierno de Boris Johnson, que ha pedido consejo a otros países (entre ellos Australia) sobre la manera de combatir el problema.